He cerrado los ojos, y tras ellos veo tu sonrisa, tu alma tendiendo la mano a la ilusión....
Estoy en una habitación sin muebles, sin cuadros, sin nada que nos entretenga, sólo tu y yo, abrazados a la esperanza de poder volver a tocarnos. La intuición me sonrie y siento una sensación extraña, como si supiera lo que va a suceder, la desaparición de tu rostro. Cuando me levanto no puedo evitar buscarte entre la nada, sólo estoy yo ahí, nadie ni nada más. Desesperación, ya que a través del aire que anida en la habitación no encuentro sino la pared de enfrente matando mi esperanza.
¡Dónde estas! ¿Puedes escuchar mi voz?
lunes, 15 de febrero de 2010
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Maravilloso Conchi!
ResponderEliminarSaludos!
Todo corazón enamorado, escucha la voz, amada, aunque ella emita en silencio.
ResponderEliminarUn Beso
La habitación desnuda y el eco.
ResponderEliminarEstará fuera del sueño más que tu voz; su voz.
Conchi, no dejes de cerrar los ojos y de abrir el alma de esta manera.
ResponderEliminarBesos.
Ya sabes, por muy manida que esté la frase: "lo esencial es invisible a los ojos" ¡¡precioso!!
ResponderEliminarBesos ;-)
Gracias Harold!!
ResponderEliminarUn beso muy fuerte desde el otro lado del charco.
Que difícil Edu. A veces gritamos en silencio!!
ResponderEliminarUn beso para Madrid.
Qué razón tienes paciente 24, hay voces que nos gustaria que no salieran de los sueños, incluso cuando los sueños se tienen despierta.
ResponderEliminarUn beso.
Seguiré así Rubén.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Es cierto Paloma, lo más triste es que uno se da cuenta cuando no lo tiene.
ResponderEliminarUn besazo Vecina!!