Mientras paseo diviso el gentío, la multitud, un sin fín de gente, mirando escaparates..,éstos que son el reflejo de nuestra penumbra, nuestra íra, nuestra sed, nuestras carencias.
Luces y más luces alumbrando la oscuridad de los corazones, mientras la masa camina enmascarada entre el rebaño.
Tras la máscara, diversión, juerga, placer, "bondad"..., pero debajo de las ropas teñidas de hipocresía se enconden la mas pura inmoral.
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Es verdad que es una gran contradicción, y la gente se deja llevar por el consumismo olvidando los verdaderos sentimientos, pero siempre hay un corazón bondadoso que moviliza y enseña... creo que de eso se trata al final.
ResponderEliminarAunque parece un cuento de Navidad te contaré que cuando tenía 14 años mi padre se presentó a cenar en nochebuena con un mendigo que se había encontrado en la calle. En casa somos ocho hermanos y siempre había "añadidos", no cabía un alfiler. Pero mi padre dijo: - no hubiera podido cenar sabiendo que estaba en la calle.
Desde entonces creo en el espíritu de la Navidad por encima de convencionalismos.
Un beso y feliz Navidad de corazón.
Muchas felicidades.
ResponderEliminar¡Me gusta!
Creo que entiendo tu punto de vista, me ha gustado el pensamiento, saludos :)
ResponderEliminarEl consumismo invade todo, hasta el corazon, tristemente de muchas personas.
ResponderEliminarUn Saludo