martes, 1 de septiembre de 2009

El castigado


Él hacía que la discordia se impusiera ante la tranquilidad de su público, se rumoreaba que la locura se había apoderado de él. Las gente comentaba, se disponian a descuartizar cada miembro de su persona. Provocaba nerviosimo a su paso por el puente de aquel infierno lleno de demonios. ¡ Dónde quedan los angeles que me acompañan en mi interior! ¡Quiero salir de esta cueva oscura!


Un alma perdida era..., una gota en el desierto.....


Así ante mi mirada era el emancipado ser, una criatura con alma, donde sus ojos solo se posaban en lo sensible. Tu, no perteneces al orden jurídico, sino al ámbito de la conciencia personal. Los demás, grandes motas de polvo social que contaminan la más pura moral. Donde quedan las conciencias habitadas de sentimientos puros...


El atormentado niño no ha encontrado su lugar....






5 comentarios:

  1. Ni lo encontrará nunca.

    Nacemos perdidos y morimos más perdidos todavía.

    Bello.

    Un abrazo.

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  2. Conchi, andamos tan perdidos desde que somos “arrojados a la existencia”, que en cierta manera nos acostumbramos a vivir así.

    Un beso!

    P.D.: La entrada que te comenté de mi blog se llama “¡Por obligación no!”, y es del mes de abril.

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  3. fascinante este relato Conchi!
    un beso! q estes muy bien :)

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  4. Que lindo relato :)
    Yo me adhiero al final abierto, y el oculto todavía en tus palabras. Saludos.

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